martes, 17 de diciembre de 2013
miércoles, 11 de diciembre de 2013
CHICOS.COM 2013
Estamos publicando los videos realizados integramente por los chicos de 6º año en el marco del Proyecto "CHICOS.COM". Algunos necesitarán ser transformados a deiferentes formatos de video para ser subidos a Internet.
Podrán encontrarlos en el canal de Youtube CHICOS.COM, cliqueando en el siguiente enlace
http://www.youtube.com/channel/UC-bOEa6MLyloNNkVpzUJczg
martes, 10 de diciembre de 2013
martes, 22 de octubre de 2013
jueves, 10 de octubre de 2013
lunes, 7 de octubre de 2013
viernes, 27 de septiembre de 2013
78 años: celebramos con compromiso
El 26 de septiembre, el Colegio celebró sus 78 años.
La comunidad del Martín y Omar no sólo festeja cumplir un año más, sino fundamentalmente, asume la responsabilidad de ser una institución con Trayectoria, Compromiso y Madurez. Cumplir años es hacerse cargo del pasado y proyectar el Colegio al futuro en acciones renovadas y orientadas a los alumnos y las realidades de esta época, sin olvidar las tradiciones que nos trajeron hasta aquí.
Renovamos entonces nuestro compromiso: con nuestos alumnos y docentes, con la comunidad y con el país, que desde nuestro humilde lugar, ayudamos a construir día a día.
viernes, 20 de septiembre de 2013
Carta del escritor Emilio Breda
En el mes de la Maratón de Lectura, que se desarrollará el próximo 27 de septiembre, nos visitó el escritor Emilio Breda, quien tras su intercambio con alumnos y maestros, nos dejó la siguiente carta de agradecimiento:
"Buenos
Aires, 16 de septiembre de 2013
Muy
apreciadas Sras. Directora y Vicedirectora, personal de conducción, Hadas del Aula, chicos
amigos y familias del Colegio Martín y Omar:
No tengo
palabras, aún siendo escritor, para manifestarles todo mi agradecimiento por
todas las atenciones y muestras de cariño recibidas por ustedes.
La llegada a
ese ya querido e inolvidable colegio, fue para mí un baño de luz, de alegría y
de esperanza.
Hace 38 años
que vengo visitando, casi a diario, escuelas, colegios y jardines, pero, pueden
creerme, sin cometer exageraciones, que el colegio de ustedes es uno de los
que, a lo largo de tantos años, me alienta y me alentará para seguir en este
camino quijotesco que me he impuesto: el de de ir como un antiguo juglar, pero
no de pueblo en pueblo, sino de escuela en escuela, para contar mis historias
y, con ello, promover el amor por el libro y el placer por la lectura.
Valorizo y,
en mucho, la franca y abierta solidaridad de todos ustedes, que me permite y me
permitirá seguir soñando cuentos y continuar visitando escuelas.
Una cosa
más: les pido también un gran aplauso al Hada del Aula María Eugenia que, como
verdadera hada, soñó un proyecto educativo para que llegara con mis cuentos y
mis libros a ustedes. Y lo que es más importante: con mis sueños de poeta y
maestro.
Por todo lo
que les dije, les ruego que continúen manteniendo esa bella armonía y
creatividad que se respira en su colegio, y, sobre todo, en un clima de
felicidad y respeto.
Me despido
de ustedes. ¿Cómo puedo decir eso? No me despido. ¡No! ¿Saben por qué? Porque
están ya alojados en un lugarcito muy especial de mi corazón. Aquel lugarcito
que, a veces, un ángel o un duende, después de caerme unas lágrimas, me inspira
un poema o un cuento.
Queden con ustedes mi gratitud y mi cariño.
Reciban un
saludo, el saludo más afectuoso, con el júbilo del sol y la esperanza de las
estrellas.
Su amigo de siempre, para siempre y por
siempre,
Emilio Breda"
martes, 20 de agosto de 2013
Enseñar la ética del intercambio social
Por Maritchu Seitún
Hoy, los adultos tenemos que ocuparnos de enseñar y ser modelos para nuestros hijos en algunos temas como nunca, cuestiones que antes los chicos aprendían sin que nadie hiciera un esfuerzo especial para lograrlo. Quiero referirme a uno de ellos: la ética del intercambio social.
Hace no tanto tiempo, los chicos no invitaban a un amigo delante de otro, el invitado elegía los juegos, se aceptaba el primer programa y se rechazaban los siguientes aun cuando alguno fuera mucho más divertido. La primera comunión de la prima era un evento al que no se podía faltar, se invitaba a todos los compañeros a los cumpleaños, si los chicos más grandes no dejaban jugar a los más chiquitos se los mandaba a todos para adentro, etcétera. Las reglas estaban claras y nadie se preguntaba si eran justas o no, simplemente eran las reglas y todos se regían por las mismas.
Llegaron aires permisivos de otros continentes, los niños se convirtieron de un día para el otro en su majestad el hijo, llenos de derechos, con pocos límites y menos obligaciones; los adultos empezamos a afanarnos para que nuestras criaturas no sufran y así fueron perdiendo vigencia esas reglas, antiguas y eficaces. Entonces resulta que hoy el dueño del auto (léase, el hijito de 4 años) entra primero al suyo y último al de la mamá de su amigo, el que invita elige el juego en su casa, todos los programas son cancelables e intercambiables por otro mejor, el pijama party se organiza de modo tal que cuantos más queden afuera, se enteren y sufran..., ¡mejor!
No vivimos en la selva ni necesitamos enseñarles un sálvese quien pueda. Sí podemos ocuparnos, en cambio, de que nuestros hijos construyan una ética de la vida social. A veces no dan ganas, porque si lo hago yo sola mi hijo sufre: nunca juega a lo que él quiere porque en casa se adapta a lo que elige su invitado y en la casa del amigo a lo que impone el dueño? Pero sin llegar a ese extremo podemos encontrar un término medio entre la vieja arbitrariedad y el nuevo reinado de los niños para poner reglas desde el comienzo, a medida que vayan surgiendo los temas. ¿Por ejemplo? Aclararles que no hay que invitar a un chico delante de otro al que no quieren invitar, decirles que hay que aceptar la primera invitación y no cambiarla, instalar en ellos la práctica de hacer las invitaciones al pijama party por teléfono...
Si no empezamos por nuestros hijos y dejamos que las cosas continúen así, iremos perdiendo el control y seguirán creciendo los casos de hostigamiento y abuso en los colegios. ¡Incluso están apareciendo en jardines de infantes!
Mi propuesta entonces es que despacito, en la etapa en que empieza a organizarse en ellos la conciencia moral (que es a partir de los 4 o 5 años), nuestros hijos vayan conociendo y practicando la regla dorada: No hagas a otro lo que no quieras que te hagan a vos.
No lo pueden hacer solos, los más chiquitos están demasiado centrados en sí mismos para darse cuenta de que sus palabras o acciones pueden lastimar a otros. Los adultos que los criamos estamos en la posición ideal para comprender sus deseos y delimitar sus palabras y acciones, de modo que vayan aprendiendo a ponerse en el lugar del otro y no hacer sufrir innecesariamente a ninguno. Y si nos encontramos un poco solos en esta tarea, sigamos adelante igual: en el camino, con seguridad, vamos a encontrar a otra gente que piense igual que nosotros y además vamos a promover un modelo que otros van a imitar, porque lo van a reconocer como bueno.
Así, si muchos lo hacemos y otros nos siguen, veremos disminuir el hostigamiento para aumentar el compañerismo y la solidaridad entre lo chicos
jueves, 15 de agosto de 2013
Encuentro Político en el marco del Proyecto de Formación Ciudadana
Teniendo
en cuenta el compromiso cívico inherente
a todos como ciudadanos, el Colegio Martín y Omar toma la decisión y asume la
responsabilidad de contribuir en la formación ciudadana de sus alumnos. Este
proyecto está dirigido de manera particular a los alumnos de 5º y 6º año,
quienes de acuerdo con la nueva legislación vigente se encuentran en
condiciones de emitir su voto.
Los
alumnos de los cursos mencionados, participaron del "Encuentro
Político" realizado por el Colegio Marín el pasado 4 de julio al que
concurrieron gran cantidad de estudiantes de diversos colegios de la región. El
encuentro contó con la participación de representantes de diferentes fuerzas
políticas, quienes expusieron a los alumnos las diferentes propuestas de sus
partidos, tomando como referencia las preguntas que los alumnos de cada colegio
participante habían elaborado con anterioridad.
Antes
de las elecciones primarias de agosto, se realizó asimismo una Jornada
Introductoria de Capacitación, a cargo de la profesora Bárbara Barandica.
lunes, 12 de agosto de 2013
SE PUEDE SER INFANTIL Y MADURO A LA VEZ
Por
Maritchu Seitún
En nuestros chicos (y con un poco de suerte también
en nosotros) conviven dos modos de ser y de acercarse al mundo y a las
relaciones: uno infantil y otro maduro. El primero es irreflexivo, espontáneo,
no tiene noción de tiempos, de espacio o de propiedad, se propone objetivos
inmediatos, busca el placer y sólo puede ver su propio punto de vista, por lo
que puede ofender, dañar a otros, o incluso hacer papelones: "Estás muy
viejita", "tenés muchas arrugas", falta poco para que te
mueras", o "ya tengo este autito que me regalaste", son frases
que perfectamente podría decir un chiquito de 3 o 4 años a su abuela. Para ese
modo infantil todo es "yo" y "ya". Pero también esa
frescura le permite reírse a carcajadas, inventar juegos, moverse sin
vergüenza, improvisar, pedir lo que necesita, crear, inventar, descubrir,
bailar, jugar y andar despreocupado por la vida sin estar atentos. A veces, ni
siquiera conocen los dictámenes del señor censor, ceñudo y criticón que suele
dirigir la vida de nuestro segundo modo de ser: el adulto. Éste es sumamente
responsable, serio, criterioso, reflexivo, pensante, con claras nociones de
tiempo, espacio y propiedad, que puede esperar y frustrarse, esforzarse,
trabajar en pos de objetivos no inmediatos, conoce las reglas del mundo y se
atiene a ellas, y lo más importante: tiene en cuenta al otro ser humano que
tiene cerca.
¿Cuál es el mejor? ¡La combinación de ambos! En los más chiquitos
predomina el infantil pero, de la mano de padres que los aman y acompañan
incondicionalmente siendo sus modelos de identificación (generosos, atentos,
considerados, veraces), ellos van incorporando, internalizando esas pautas y
desarrollando el modo de ser maduro al que todos deberíamos llegar.
En condiciones ideales, la modalidad infantil no se pierde sino que le
va dando lugar a la madura sin desaparecer por completo, y es así como luego
ese adulto puede comportarse civilizada y responsablemente sin perder la
cualidad juguetona y espontánea de la infancia. Reírnos a carcajadas, darnos un
buen baño de inmersión, comprar algodón de azúcar en la plaza y pegotearnos la
nariz al comerlo, hacer pochoclo, jugar un picadito de fútbol entre amigos,
charlar una tarde entera con una hermana, prender un fueguito, cantar, tocar un
instrumento, pintar, hamacarse: cada uno sabe cómo mantener vivo a ese niño que
tenemos dentro. Pero hacerlo no implica comportarnos de forma desadaptada o
inmadura, sino acordarnos de disfrutar (y permitir que nuestros hijos lo hagan)
de pequeñas cosas que nos llenan de energía para abordar con más fuerza
nuestras tareas y responsabilidades. Haciendo caso a ese modo infantil, podemos
salir a caminar bajo la lluvia en verano, despreocupándonos por un rato del
peinado o la ropa mojada y... ¡qué placer hacerlo! También entrar a ducharnos y
a ponernos ropa seca.
En algunos chicos se eterniza "el niño" que sigue queriendo
vivir "a puro placer" y ser el ombligo del mundo de sus padres y de
su entorno; mientras otros, en cambio, crecen muy pronto y abandonan el modo
infantil convirtiéndose en adultos en miniatura. Son los que pierden la
capacidad de reírse, de equivocarse, de asombrarse; se toman la vida muy
seriamente, con el ceño fruncido y muy poca capacidad de disfrute.
El modo de ser adulto se mete en menos problemas, entiende más razones,
es eficiente, trabajador y confiable, pero si sólo a él le damos lugar, es
probable que nuestros hijos no quieran crecer, porque no vale la pena llegar a
ser grandes si implica tantas renuncias. Permitamos entonces que nuestro niño
aflore de a ratos y colaboremos para que nuestros hijos no escondan el suyo
bajo siete llaves por miedo a nuestro rechazo, desilusión o enojo. Lo que de
ninguna forma implica dejar de formarlos o educarlos.
miércoles, 7 de agosto de 2013
El rol de los chicos dentro de un grupo
Por Maritchu Seitún
Solemos
pensar en el chico problemático como el único que tiene que cambiar algo, o
aquel al quehay que sacar del medio para que desaparezca el problema, pero las
cosas no son tan sencillas.
Ya
hablamos aquí sobre casos en que se disuelve la conciencia moral por la
necesidad y el deseo de no quedar afuera y así el grupito (y no el chico
problemático) termina siendo responsable de crear el clima en el que tienen
lugar las persecuciones que nos preocupan.
Así,
debemos trabajar con cada uno de los chicos de acuerdo con el rol que tenga
dentro del grupo para que aprendan a manejarse y a tomar decisiones
independientemente de esa decisión grupal que surge y de la que ninguno se hace
responsable. Los que aparecen como líderes negativos operan en realidad con el
apoyo silencioso de otros no agresivos que, con su silencio, avalan.
Chicos
buscados, aceptados o rechazados: son distintas formas de ver y ser vistos. Los
buscados tienen algún tipo de atractivo que los hace interesantes para otros y
hay un efecto de contagio; basta que alguno los elija para que otro se interese
por acercarse.
Los
no vistos en realidad son chicos que no han sido "descubiertos" por
el grupo y, probablemente, no tengan ningún rasgo particular que los haga no
elegibles.
Por
otro lado, una característica personal o una diferencia mínima pueden definir
que un chico sea rechazado en lugar de aceptado. Nuevamente, es como una ola
que arrastra a los inseguros que, rechazando a ese chico como lo hizo algún
otro antes que ellos, se aseguran un lugar de pertenencia.
Durante
los primeros años de primaria casi todos buscan hacerse amigos de los
"populares": son aquellos con carisma e ideas, que reciben varias
invitaciones, mientras que el resto... ninguna.
A los
demás les da seguridad estar cerca de ellos y no registran ni se abren a otros
chicos que llaman menos la atención. Los populares a veces se convierten en
líderes, positivos en la medida en que tienen seguidores genuinos sin hacer
daño a nadie, o negativos cuando presionan a otros con ideas que todos acatan
con tal de no quedar afuera, pero que implican algún perjuicio a otros.
Los
seguidores "hacen" al líder negativo, ya que si ninguno lo siguiera,
dejaría de serlo... También lo ayudan a sostenerse en ese lugar los chicos que
insisten en pertenecer o en ingresar en el grupito, esos que no se hacen
respetar y se dejan maltratar para lograrlo.
Es
importante que los padres registren tanto si sus hijos son líderes negativos
como si se someten o aceptan cosas que van contra sus propias reglas morales
sólo por no quedar afuera, o incluso si siguen intentando entrar a cualquier
precio (con lo que se ponen en la postura ideal para que los sigan rechazando).
Por
suerte, en los grupos también hay independientes: a veces son
"caciques" que se quedaron sin indios o chicos que no quieren someter
a otros ni dejarse mandonear. Son interesantes para que se acerque a ellos el
chico que está pasando por un momento de rechazo o para que armen un grupo
democrático entre ellos, donde nadie mande, todos se diviertan y, a su vez, se
defiendan entre ellos de los que molestan.
Lo cierto es que las peleas entre hermanos y el recreo sirven de
práctica social. Siempre hubo situaciones parecidas, lo que hoy agrava el
problema es la falta de una ética del comportamiento social internalizada en
adultos y niños, sumado al modelo que presentan los medios de comunicación
(humillaciones, ridiculizaciones, insultos) que normalizan conductas que no son
normales. "Más vale solo que mal acompañado" es un buen lema que les
da a los chicos tiempo para abrirse, fortalecerse y buscar un buen amigo
viernes, 2 de agosto de 2013
La autoestima y la conducta social
Por Maritchu Seitún
¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos para que se comporten éticamente en el intercambio social?
En primer lugar, como ya dije, con nuestro modelo: ellos repiten lo que nos ven hacer con ellos, con nuestros amigos, con la familia, con empleados. Observan y copian nuestra conducta respetuosa y considerada y, a la vez, cómo pedimos nosotros respeto y consideración.
En segundo lugar, con nuestra empatía, al comprender y ponernos en el lugar de los chicos para, desde ahí, entender lo que les pasa. Así, les enseñamos a ellos a hacer lo mismo: al saberse vistos y bien interpretados, pueden replicarlo con otros: "está entusiasmado", "se divierte conmigo", o "lo ofendió mi chiste", "no tiene ganas", "le incomoda".
De todos modos, el ingrediente fundamental para que nuestros hijos tengan una conducta social adecuada (no maltraten, no hostiguen ni acepten que otros lo hagan con ellos) es que tengan una autoestima alta que les permita, en los momentos difíciles, mirar hacia adentro de ellos mismos y saber lo que valen, sin creer todo lo que les dicen, sin tomarse las cosas personalmente cuando alguien se acerca a molestarlos y pudiendo decir: "las pavadas que hay que oír" o "dejame tranquilo". Al saberse queridos, queribles y valiosos, nuestros hijos no se dejarán impactar por el mensaje del otro, quien no habiendo logrado su objetivo de desencajarlo lo dejará en paz.
La autoestima alta también puede ayudarlos a no molestar porque les da la fortaleza para preguntarse tanto "¿quiero hacerlo?", "¿me gustaría que me lo hicieran a mí?" como "¿me parece correcto?", y tomar decisiones a partir de esas preguntas.
Una de las complicaciones que pueden presentarse en las relaciones es que la conciencia moral puede disolverse en el grupo, ya que el hecho de estar con otros facilita que nadie se haga cargo de la responsabilidad de las ideas que surgen. Además, con tal de no quedar afuera, los chicos pueden hacer cosas que van contra su propio criterio personal. Por eso es importante que los adultos permanezcamos cerca de ellos y sigamos atentos y preparados para seguir siendo un faro (en palabras de Miguel Espeche) o una brújula (así lo denomina Lawrence Cohen), de modo que se vayan dando cuenta de que un buen amigo no pide ciertas cosas (que no invites a otro amigo a tu casa cuando va él, por ejemplo, o que le des tu gaseosa para que te deje jugar en el recreo). Y que si las pide, no es en realidad un buen amigo.
Lo importante es que entiendan que se pueden tener ganas de hacer macanas, pero que hacerlas conlleva consecuencias y que nadie tiene derecho de hacerles o decirles cosas que los lastiman; que ellos pueden defenderse o alejarse de quien lo haga y que, por último, deben aprender a no someter a otros ni dejarse someter.
Los chicos necesitan durante muchos años esta orientación. A veces, por verlos grandes o preparados, los dejamos solos en estos temas. Ellos buscan entonces otra brújula y la encuentran en los amigos, y así es como resultan "ciegos conduciendo a otros ciegos" y con mucha facilidad toman decisiones equivocadas?
Por lo tanto, conviene que les enseñemos desde chiquitos a preguntarse: "¿lo haría si estuviera solo?", "¿qué dirían mis padres o maestros si me vieran?". Y, finalmente, como hemos dicho, si les gustaría a ellos estar en ese lugar.
Es un tema amplio y tiene muchas aristas, por lo que, en la próxima columna, volveré a retomarlo para hablar de los distintos "personajes" en los problemas sociales (los populares, los aceptados, los rechazados, los líderes o los seguidores independientes) y cómo manejarnos y ayudarlos a manejarse de acuerdo con el lugar que nuestros chicos ocupan en los grupos.
miércoles, 26 de junio de 2013
miércoles, 12 de junio de 2013
Cortometraje: "Decir sí"
Realizado por los alumnos Pedro Julía e Ignacio Pose, de 6º año Secundario
Colaboración: Lucía Bruniard (ex alumna)
Parte 1:
Colaboración: Lucía Bruniard (ex alumna)
Parte 1:
lunes, 3 de junio de 2013
jueves, 30 de mayo de 2013
Enseñar la ética del Intercambio Social
Esperamos puedan leer este nuevo artículo que se
relaciona con la buena convivencia, donde el rol del adulto como mediador en la
construcción de una ética del intercambio social es fundamental. Estar atentos
desde edades tempranas como los 4, 5 y 6 años para incorporar de manera natural
aquello que "nos hace bien" como miembros de un grupo. Los chicos nos
miran y escuchan atentamente. Reflejemos lo mejor de nosotros.
Equipo Directivo y Orientación
Enseñar la ética del Intercambio Social
Maritchu Seitún - La Nación - Sábado 25/5/2013
"Hoy, los adultos tenemos que
ocuparnos de enseñar y ser modelos para nuestros hijos en algunos temas como
nunca, cuestiones que antes los chicos aprendían sin que nadie hiciera un
esfuerzo especial para lograrlo. Quiero referirme a uno de ellos: la ética del
intercambio social.
Hace no tanto tiempo, los chicos
no invitaban a un amigo delante de otro, el invitado elegía los juegos, se
aceptaba el primer programa y se rechazaban los siguientes aun cuando alguno
fuera mucho más divertido. La primera comunión de la prima era un evento al que
no se podía faltar, se invitaba a todos los compañeros a los cumpleaños, si los
chicos más grandes no dejaban jugar a los más chiquitos se los mandaba a todos
para adentro, etcétera. Las reglas estaban claras y nadie se preguntaba si eran
justas o no, simplemente eran las reglas y todos se regían por las mismas.
Llegaron aires permisivos de
otros continentes, los niños se convirtieron de un día para el otro en su
majestad el hijo, llenos de derechos, con pocos límites y menos obligaciones;
los adultos empezamos a afanarnos para que nuestras criaturas no sufran y así
fueron perdiendo vigencia esas reglas, antiguas y eficaces. Entonces resulta
que hoy el dueño del auto (léase, el hijito de 4 años) entra primero al suyo y
último al de la mamá de su amigo, el que invita elige el juego en su casa,
todos los programas son cancelables e intercambiables por otro mejor, el pijama party se organiza de modo
tal que cuantos más queden afuera, se enteren y sufran..., ¡mejor!
No vivimos en la selva ni
necesitamos enseñarles un sálvese quien pueda. Sí podemos ocuparnos, en cambio,
de que nuestros hijos construyan una ética de la vida social. A veces no dan
ganas, porque si lo hago yo sola mi hijo sufre: nunca juega a lo que él quiere
porque en casa se adapta a lo que elige su invitado y en la casa del amigo a lo
que impone el dueño? Pero sin llegar a ese extremo podemos encontrar un término
medio entre la vieja arbitrariedad y el nuevo reinado de los niños para poner
reglas desde el comienzo, a medida que vayan surgiendo los temas. ¿Por ejemplo?
Aclararles que no hay que invitar a un chico delante de otro al que no quieren
invitar, decirles que hay que aceptar la primera invitación y no cambiarla, instalar
en ellos la práctica de hacer las invitaciones al pijama party por teléfono...
Si no empezamos por nuestros
hijos y dejamos que las cosas continúen así, iremos perdiendo el control y
seguirán creciendo los casos de hostigamiento y abuso en los colegios. ¡Incluso
están apareciendo en jardines de infantes!
Mi
propuesta entonces es que despacito, en la etapa en que empieza a organizarse
en ellos la conciencia moral (que es a partir de los 4 o 5 años), nuestros
hijos vayan conociendo y practicando la regla dorada: No hagas a otro lo que no
quieras que te hagan a vos.
No lo
pueden hacer solos, los más chiquitos están demasiado centrados en sí mismos
para darse cuenta de que sus palabras o acciones pueden lastimar a otros. Los
adultos que los criamos estamos en la posición ideal para comprender sus deseos
y delimitar sus palabras y acciones, de modo que vayan aprendiendo a ponerse en
el lugar del otro y no hacer sufrir innecesariamente a ninguno. Y si nos
encontramos un poco solos en esta tarea, sigamos adelante igual: en el camino,
con seguridad, vamos a encontrar a otra gente que piense igual que nosotros y
además vamos a promover un modelo que otros van a imitar, porque lo van a
reconocer como bueno.
Así, si muchos lo hacemos y otros
nos siguen, veremos disminuir el hostigamiento para aumentar el compañerismo y
la solidaridad entre lo chicos"
lunes, 27 de mayo de 2013
viernes, 24 de mayo de 2013
ACTO DEL 25 DE MAYO
Acto del 25 de Mayo de 2013
Prof. Juan Algañarás
Valentina Acevedo, voz y guitarra
Pedro Juliá, piano y percusión
Prof. Juan Algañarás
Valentina Acevedo, voz y guitarra
Pedro Juliá, piano y percusión
viernes, 17 de mayo de 2013
EDUCAR LA AUTOESTIMA
Queridas familias:
El Equipo Directivo y el Área de Orientación les recomienda la lectura de este nuevo artículo de la Lic. Maritchu Seitún, para reflexionar sobre un tema muy importante,
que es "la autoestima", el amor por uno mismo, base de las
relaciones sanas con los demás.
"Muchas veces nos encontramos haciendo subjetivas y no siempre muy realistas
declaraciones: "No es porque sea mío, ¿pero viste qué lindo, inteligente,
rápido, maduro? que es mi hijo?" Pero no es fácil que esa idea perdure en
nosotros. A medida que crecen nos vamos desilusionando, enojando, frustrando en
algunos temas y seguimos encantados en otros. Y además, ¿alcanzaría con eso
para que los chicos tengan una adecuada autoestima?
La imagen de sí mismo del bebe se va construyendo en la relación con sus
padres y será positiva en la medida que se sienta bien recibido, aceptado,
reconocido, entendido, atendido, aunque no es necesario que estas experiencias
sean las únicas que tenga.
Como dice Donald Winnicott cuando habla de "padres suficientemente
buenos", basta con que la mirada positiva predomine en la relación con el
hijo.
En un desarrollo sano, el chiquito crece y se va diferenciando de sus
padres y va pudiendo estar contento consigo mismo a pesar de que los padres por
momentos no lo estén (sacar un postrecito de la heladera es mucho más
interesante que hacerle caso a mamá; lo mismo ocurre con embarrarse o pegarle
al hermanito, o no ir a la mesa cuando lo llaman). Estas ideas propiasempiezan
al acercarse a los 2 años, y de golpe se nos acaba el enamoramiento. De todos
modos, si nuestro chiquito es emocionalmente fuerte, o si no hacemos excesiva
fuerza en contra, logra no renunciar a su verdadera identidad y no lo asusta
perder de a ratos la mirada enamorada de sus padres.
Pero puede ocurrir que un niño muy sensible necesite esa mirada positiva de
sus padres y del mundo que lo rodea, y entonces no logre alcanzar una adecuada
separación-individuación y permanezca por demás atento a lo que ese otro
(valorado por él) dice de él, y en ese caso es muy difícil que su autoestima
sea alta porque sabe que responde, actúa, se comporta como se espera de él, y
también sabe (más o menos conscientemente, según el caso) que adentro de él hay
otra parte de su identidad sin desarrollar, negada, reprimida, rechazada por él
mismo por miedo a perder el amor o el reconocimiento de personas significativas
para él.
Es probable que al crecer viva comparándose, midiéndose con otros, incluso
se muestre resentido a veces: "¿Por qué le compraste un helado a mi
hermana y a mí no?", "Siempre me retás a mí" o "Vos la
preferís a mi hermana porque?", "Si a mí me retás cuando te contesto
mal, ¿por qué no lo retás a él?", o "Le compraste?", o "Lo
llevaste?", atento a buscar pruebas de lo que teme: que mamá prefiera a
ese hermano o hermana, lo que a su vez irrita a mamá y se agrava (o confirma)
su temor. Son chicos justicieros que se comparan y compiten todo el tiempo
porque dudan de su valor.
¿Qué fue lo que falló? El buen proceso de pasar de una autoestima basada en
la mirada de los padres a otra apoyada en la propia imagen de sí mismo.
Ayuda disminuir los juicios y las críticas en casa. Es cuestión de estar
atentos a decir las cosas de otra forma, porque casi todo se puede decir sin
juzgar o criticar.
Basta seguir la simple regla de Dorothy Corkille Briggs en El niño
feliz , que dice que no pongamos adjetivos a nuestros hijos ( torpe , inútil o genio , prolijo , divina ,
etcétera, aunque sean positivos también son juicios), sino que hablemos de sus
acciones: "Bajá con cuidado", "¡Qué rápido hacés las cuentas!,
"¡Qué prolijo quedó tu escritorio".
De esa forma,hablamos de sus actos (sólo una parte) y
no de sus personas enteras, y seguimos educándolos para que se conviertan en personas
responsables mientras permitimos el despliegue de su identidad, sin comprometer
la imagen de sí mismos o autoestima..."lunes, 8 de abril de 2013
"UNA DONACIÓN NO NOS CAMBIA A ALGUNOS Y AYUDA A MUCHOS OTROS"
MUCHAS GRACIAS
A TODAS LAS FAMILIAS que de una manera u otra han colaborado para que el
Viernes haya sido un emocionante e intenso día en donde se volvió a demostrar
que hay Mucha Gente Solidaria!!!
Después del
pedido a las familias, efectuado con la urgencia que la situación requería, de ver cómo cada grado iba juntando
lo que habían traído, a los Docentes que en su tiempo libre clasificaban y
armaban las cajas y bolsas ayudadas por los alumnos de Secundaria, mientras tanto
en Jardín también se embolsaba y clasificaba todo y culminando con subir todo
al Micro de Néstor que lo puso a disposición para llevar las Donaciones al
Colegio Marín, que recepcionaba lo que iba llegando.
Una vez que
Todo pasa, que Todo sale bien, sentimos la satisfacción de haber podido
contribuir con esta Gran Cadena Solidaria para colaborar con los damnificados
que están pasando por tan triste momento.
Equipo Directivo y Docente.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)