lunes, 13 de junio de 2011

The Winter of our Disconnect

Susan Maushart, madre de tres hijos adolescentes del estado de New York, EEUU, decidió desconectar a su familia de todos los medios electrónicos durante seis meses. Los resultados de su experimento fueron sorprendentes.

En su libro "The Winter of our Disconnect", Susan Maushart relata cómo durante seis meses ella y sus tres hijos, de 14, 15 y 18 años, vivieron sin computadoras, sin Internet, sin televisión, sin videojuegos, sin celulares, sin iPods. El experimento no resultó tarea fácil ni para la madre ni para los chicos. Sin embargo, admite Maushart, tuvo sus beneficios. La escritora y sus tres hijos "redescubrieron placeres simples": leer, cocinar, jugar, charlar, ver viejas fotos, escuchar música juntos.
"Mis hijos se volvieron mejores pensadores. -comenta- Fue como si lentamente se despertaran de un estado de cognición latente y comenzaran a prestar atención al mundo en el que viven." Todos tuvieron mejores calificaciones escolares y comenzaron a formar opinión sobre temas a los que antes no prestaban mayor atención.
Maushart tomó la decisión de retraerse de la vida electrónica tras observar la conducta de sus dos hijas menores. "Las niñas se habían convertido en meros accesorios de su propio perfil de Facebook, como si la vida real fuese un ensayo con vestuario para la próxima actuación", escribe en su libro. En la actualidad, muchas personas sienten que no han vivido una determinada experiencia si no muestran las fotos en las redes sociales, la comentan y la exponen a sus contactos.
Maushart entiende que la medida tomada por ella es muy radical e impracticable para la mayoría de la gente. Sin embargo, alienta a las familias a desconectarse periódicamente. "Una forma de hacerlo es establecer un día a la semana libre de pantallas -propone- No como castigo, sino como algo especial. No hay ningún niño ni adolescente que se resista a una tarde compartida en familia, a un juego de tablero, a un paseo al aire libre".