martes, 12 de mayo de 2009

Reflexiones sobre la educación de nuestros hijos

PARA REFLEXIONAR

Párrafos extraídos del libro: "La sociedad de los hijos huérfanos”
Sergio Sinai


…Educar no es llenarles a los hijos la agenda cotidiana con miles de actividades, cursos, prácticas deportivas y encuentros sociales para que no se aburran.
Educar es (según Ricardo Moreno Castillo – pensador español) FRUSTRAR.
“Es razonable quien sabe dialogar, lo cual significa saber escuchar cuando se le habla y no mirar para otro lado. Es razonable quien respeta el derecho de los demás[ …]Es razonable quien no ensucia a propósito porque ha aprendido que los encargados de limpieza no son esclavos. Es razonable quien reconoce cuando se equivoca y sabe cuándo tiene que rectificar y pedir disculpas. Todas estas cosas tienen un origen común que se llama educación. Son cosas que no se aprenden en la escuela (aunque deben ser reforzadas en ella), se aprenden en casa con los padres.”
Se educa con la presencia y con los actos, de lo contrario sólo quedan sermones huecos y discursos vacíos.
Se educa con las actitudes diarias y con la fijación de normas, reglas y límites.
Como producto de esto, los chicos tienen que hacer cosas que no les gusta hacer, tienen que comer cosas que no les gusta comer pero que los alimenta, tiene que aceptar a quienes no les caen bien de entrada,, tiene que ceder y respetar las prioridades de los adultos (sus educadores), tienen que aprender que el amor es una construcción conjunta y activa, hecha de actos y gestos, de compromisos mutuos, tiene que aprender que los derechos y los deberes son inseparables y que, la responsabilidad es la verdadera llave de la libertad porque nos enseña a elegir.
Todo esto no lo aprenderán leyendo sino viviendo con sus guías, mentores, progenitores, referentes. Buena parte de ese aprendizaje será trabajoso, resultará incómodo, generará rabietas.
Esto, el dolor, la decepción son, también parte del crecimiento. Los árboles no crecen sólo en días de sol, de riego abundante y de cuidado extremo, su desarrollo combina esto con nevadas, granizos y sequías.
-Cuando se le exige a un niño que apague el televisor o la computadora, se le frustra.
-Cuando se le manda a la cama temprano para que rinda mejor su día, se le frustra.
-Cuando se lo obliga a sentarse a hacer la tarea que le indicó el profesor, se le frustra.
-Cuando se lo castiga porque ha maltratado a un compañero más débil se lo frustra.
Quien quiera ver siempre felices a los niños, que se haga payaso, dicho sea sin el menor desprecio por los payasos. Ese no es el oficio ni del profesor ni la tarea fundamental de los padres.

…Nuestros hijos son espejos que nos miran. A diferencia de los espejos que conocemos (objetos inanimados y decorativos), nuestros hijos no sólo reflejan nuestra imagen .La imitan y nos la devuelven. Lo que vemos en ellos es lo que somos, lo que proyectamos. Culpar al espejo siempre un supremo acto de irresponsabilidad. Y no se sale indemne de ese ejercicio.

Repensemos juntos esta responsabilidad compartida